Tiempo después...

Sí, tiempo después de haber escrito mi último post aquí, he vuelto. Muchas cosas han cambiado desde entonces, demasiadas. He pasado de no encontrar el camino hacia la felicidad hasta tropezarme de bruces con ella. Es verdad eso que dicen que no se puede explicar ese sentimiento que tienes cuando eres feliz... yo sí sé explicarlo e incluso me atrevería a resumirlo con una palabra: él. Esa personita con la que he pasado tantísimas cosas en tan sólo un par de años. Esa persona con la que compartí momentos de tristeza y enfados y a la que le bajaría la luna si hiciese falta. Esa persona con la que todavía comparto momentos de alegría absoluta. Es gracioso escribir con tanta tranquilidad, con tanta paz cuando tienes millones de cosas importantes que hacer... Pero así es ese efecto que produce él en mí, que tan sólo con mirarle y rozarle sientas que nada más a tu alrededor importe, que sólo con verlo sonreír por cualquier tontería te sientas la persona más complacida del mundo. Y es que algo tiene que haber ahí arriba para que en tan sólo en un tiempo cambies de no saber qué hacer con tu vida, a saber que simplemente quieres compartirla con él el resto de tus días. No creo en las reencarnaciones, aunque sé que me faltarán demasiadas para agradecerle todo lo que ha hecho y demostrado por mí en tan poquito tiempo... De lo que estoy completamente segura es de cuánto lo quiero, que mi vida sin él no tendría ni pies ni cabeza y por el mismo motivo voy a intentar llegar a la altura para hacerle el hombre más feliz del mundo, eso lo juro. 
Creo que no me olvido de nada más por decirle, sólo volver a darle las gracias infinitamente por estar  a mi lado y jurarme que será así siempre.

                                                                         
                                                                                                                    Te amo,
                                           
                                                                                                                                  mi amor.

Simplemente, Lé. ♥

Cuando pasas media vida con una persona te das cuenta de que si pasas un minuto sin ella o si se aleja es como si te faltara algo. Que esa persona es tan esencial para ti que si te la quitan es como si te arrancasen un brazo o te pegaran una paliza. Porque si ella no estuviera a mi lado, ¿quién me consolaría en todos los momentos de bajón? ¿Quien me haría sonreír cuando todo va mal o con quien tendría yo miles de conversaciones? ¿Quién sería con la que me comporto como si estuviera sola o con quien pasaría yo todas esas noches en vela solo por hablar de cosas sin importancia? ¿Quién me aconsejaría o quien me diría una mañana 'Eh, ¿qué tal si quedamos?' ¿Quién seréa la persona que poco a poco se ha ido metiendo en mi vida, como una simple amiga más, que ha pasado a ser mi mejor amiga y que ahora no me imagino una vida sin ella? Porque para mi es mi hermana, es como si fuera mi sombra o mi peluche de cuando era pequeña al que le contaba todas las cosas que se me pasaban por la mente o qué tal me había ido el día.Ella ha tenido que soportar todos mis bajones, mis tristezas... Y subrayo 'tenido' porque siempre pudo haber dicho 'Basta' y pasar de mí... Pero no lo ha hecho. Ella es la que aguanta todas mis impertinencias y con la que me iría a Hawai mañana mismo si fuera necesario solo para que se olvidara de la gente que le hace daño. Por la que bajaría la luna solo porque la hace feliz. Es que para mi ella ya no es una amiga mas, ella es una parte de mi, una parte de mi alma que se fue cuando la conocí y que ahora esta en otro cuerpo distinto al mio, una hermana de distintos padres, una persona esencial en mi vida, una de las pocas cosas que me animan a seguir en pie. Ella es lo mejor que puedo tener en esta vida. Sólo me queda agradecerle tantísimas cosas, que no me llegaría la vida para hacerlo. Ella sabe que siempre me va a tener aquí. Para lo malo y para lo no tan malo. La quiero, y eso nadie llegará a entenderlo jamás. De eso estoy segura.


Felices 15 cumpleaños, mi amor. Siempre contigo. ♥

Feliz cumpleaños, cariño.

Por enfadarnos 8 días a la semana , por esa forma que tenemos de ''reconciliarnos'' sin tener que pedirnos perdón siempre. Por reírte de mí haga lo que haga, por las bromas que yo te hago y tú te crees. Hoy no quería ponerme cursi, pero ya me conoces... Gracias por darme tanto en tan poco tiempo (aunque no como quisiera). Gracias por los chistes, las risas, los buenos días tontos, tus malos días. Gracias por aguantarme en los míos y, ¿por qué no? también por las lágrimas que me han hecho llegar hasta aquí. Gracias por tus enfados, por pasar de mí cada vez que me ponía insoportable. Hoy quisiera poder abrazarte, tocarte, besarte... sé que soy alguien difícil, de entender, de perdonar e incluso a veces de soportar. Sí, tengo muchos defectos y soy maniática e insegura... pero de algo estoy muy orgullosa y es de mostrarme tal y como soy a los demás, quizás por ello no tengo muchos amigos... Por ello, quería agradecerte también que a parte de ser una persona muy especial para mí, fueras mi amigo, mi apoyo... Gracias por esas cosas que no se pueden contar. Tienes un corazón muy grande aunque no quieras admitir que eres un buenazo. Gracias por aparecer en mi vida, no creo que fuera ni parecida sin tí en ella... Te quiero, lo sabes. Odio tener que separarme de ti definitivamente, también lo sabes. Creo que de lo único que me arrepiento de todo esto es no haber hecho todo lo posible porque me quisieras más que a una amiga y créeme que me odio por eso. Así como te doy las gracias por tanto que me has dado, también te pido perdón por haberte dado tan poco en determinados momentos. Es cierto el dicho de ''lo que no te mata, te hace más fuerte'' y hoy tengo la fuerza de decirte adiós... y no es que me haya cansado de ti ni mucho menos, me cansé de no tenerte como quisiera. Y bueno, terminando, ya que tendrás que atender a muchas felicitaciones y me alegro de que así sea. Que encuentres la felicidad hagas lo que hagas, vayas a donde vayas y estés con quien estés. Y aunque nos digamos adiós, yo te voy a seguir queriendo igual o incluso más. Sobra decir que te echaré muchísimo de menos y créeme que nunca nadie te podrá querer ni amar como yo lo hago. Felices 20 cumpleaños, Dani. Sé feliz. Te quiero. Te lo prometo.

                                                                                                                                                           Miri.

¿Adiós o... hasta siempre?

¿Cómo se dice adiós a quien alguna vez dijiste para siempre? ¿Es cierto eso de que cuanto más se ama a una persona más se sufre? No lo sé… No sé qué es eso que queda cuando una persona se tiene que ir, cuando tienes que despedir a una persona que necesitas para vivir, que es parte de ti, que está hecha de ti, de un trozo de tu mismo ser. No lo sé… por qué esta vida es tan injusta y se lleva siempre a las buenas personas. No sé por qué la vida no se apiada de quien tiene corazón, de quien sabe querer y amar, de quien ha cumplido consigo mismo, mientras que no se lleva a quien ni si quiera tiene ganas de vivir. Son los infortunios de la vida. Es la mala suerte que a alguien le toca; es esa “suerte” inminente que está destinada a suceder. ¿Cómo es posible que tengamos que aceptar algo que no queremos? ¿Por qué la vida a veces no se interrumpe con un grito? Hay lágrimas que jamás merecen ser derramadas. Hay momentos en la vida en los que es inevitable no pararte a pensar por qué estás aquí, y para qué. Es ese momento en el que piensas en todo aquello que nunca pensaste, ese momento en el que aprecias lo que un día tuviste y ahora no, ese momento donde cualquier molécula de materia te demuestra cuánto es necesaria… Un momento en el que te das cuentas de que el mundo ya no está para bromas: pues ya no hay ilusiones, no hay sonrisas, no hay nada por lo que luchar. Ese momento donde comprendes que una enfermedad es más fuerte que una persona, que no sirven de nada los avances científicos, ni los inventos, ni mil falsos remedios. ¿Alguna vez has sentido que tienes ganas de gritar al mundo lo que sientes? Ahora es ese momento donde reconoces que la vida es sólo una, y que no habrá más, que nunca sabremos cuándo nos iremos… Donde ya no queda tiempo para nada porque se han ido segundos que ya no volverán, donde vuelven a tu cabeza miles de frases, miles de situaciones, millones de sonrisas que se han quedado por ahí. Es aceptar que llegan momentos de soledad, de no sonreír y de olvidarse de lo bueno. Es ahí donde recapacitas y piensas en ti, en los momentos, en tu familia, en tu vida. Es ahí donde sabes que debes de seguir, donde sabes que tienes que quedarte con los olores, con el sol del verano de tu vida, con la foto de familia, con los recuerdos… Y llegas a un punto donde solo queda tirar para adelante, donde sabes que había vivir al 100, de aprovechar cada momento, sin más pretextos. Porque pasarán los años, te cambiará el color de la piel, y entonces recordarás que no se trata solo de vivir, si no de disfrutar mientras se pueda. 

Puede que las desgracias sean más fuertes que muchos de nosotros, y que juegue con nuestras vidas sin que podamos remediarlo: Puede llevarse a quienes queremos, a quienes amamos, a quienes hemos tenido siempre a nuestro lado, pero hay algo que jamás podrán llevarse: Los recuerdos. Es cierto eso de que hay amores que matan, y amores por los que se sufre hasta enloquecer… Pues dicen que el sentimiento más puro es ese que nos sale del alma y nos llega a la mente, aquel que nos llena el corazón con una simple sonrisa y nos lo vacía con una simple lágrima. Es cierto que a veces hay más días grises que azules, que los tiempos cambian al corazón y no a la mente, pero lo que sí sé que por muchas cosas que pasen y por mucho tiempo que pase, siempre siempre, el amor lo gana TODO.

Siempre, ¿vale?

Las despedidas para mí son lo más duro que puedes hacer en esta vida, ya sea de la manera que sea. Desprenderte de una persona la cual quieres, decir adiós, dejar de compartir tu vida con esa persona, no saber ni cómo está, si está riendo, si está llorando... Es algo muy duro, casi insuperable e incapaz de poder reemplazar ese hueco. Cada recuerdo que tengas junto a esa persona.
Dicen que lo que más duele es lo que va por dentro... y si en este caso las despedidas van por dentro, sigues sintiendo a la persona, sigues recordando cada momento. Pensar en que te puede olvidar, todo eso va por dentro, dolor del más fuerte, del que te apaga como una vela.
También depende el tiempo, pero tampoco importa mucho... una persona puede darte una vida entera en unos meses, como tú lo has hecho, mientras que otras personas no pudieron ni en años. Aún no me creo que tenga que decirte adiós. ¿Por qué la vida es tan hija de puta? Eh, tú, sí tú, ese que se hace llamar ''destino'', que sepas que nuestra amistad soportará esto, ¡y los km que sean! Vale, paro de decir cursiladas porque seguramente se te están cayendo las lágrimas y yo no quiero eso. Lo que yo quiero para ti es todo lo contrario. Deseo que te vaya todo demasiado bien, que seas feliz y que triunfes en la vida, ya que, como persona, ya lo has hecho, al menos para mí. Ay, conchu... ¡cuantísimo te voy a echar de menos! Ya me ha costado acostumbrarme a no tenerte en clase, a no verte por las mañanas con esa cara de 'mecagoenlaputaqueseacabeestamierdaya', con tus tonterías de las que tanto nos hemos reído, pero, sobre todo, de tu compañía. Paso de gastarme los dedos aquí diciéndote lo especial que fuiste, eres y serás para mí porque supongo que estarás cansada de oírlo o de leerlo. Solo que tengas en cuenta que aquí, ya sea en Trabanca Sardiñeira, en Carril, en Galicia o en la misma conchinchina, vas a tenerme para lo que sea. Paro de escribir porque odio llorar, aunque prefiero llorar a despedirme de ti para siempre...
Venía con la intención de darte las gracias por todo, por haber estado ahí siempre que lo he necesitado, por darme tu apoyo en los malos momentos y por acompañarme en los buenos. Por eso disfruta y aprovecha tus momentos con las personas que tienes a tu alrededor. Recuerda, ¡9940 km no podrán con nosotras!

PD: ¿Lo adivinas? ♥

Felicidades, ♥

Que nada ni nadie borre tu sonrisa. Ni el ansia de que pase el tiempo, ni los momentos de soledad, ni la frustración si algo crees que no lo lograrás. Y si en algún momento sientes que tu camino se ha perdido, no lo dudes, yo siempre estaré contigo. Tú posees el secreto entre tus manos, tú eres dueño de la luz que necesitamos día tras día, tú haces que el mundo sea de un color diferente, tú… ¿Que sería de nuestras vidas sin ti? Sin tu sonrisa, sin tus bailes, sin tus bromas, sin tus abrazos, sin tus consejos, ¿y por qué no?, sin tu maravilloso sentido del humor. Te quiero, y no solo por ser mi hermano, nos une algo mucho más fuerte que eso, es el hecho de saber que estaremos ahí siempre, tú cuidándome y yo cuidándote a ti. ¡Y ya son veintidós! Veintidós regalos de amor y felicidad que mereces más que nadie, y en mi caso, dieciocho años que debo agradecerte por hacer las cosas con tu enorme corazón. Y es que a pesar de las discusiones y de las peleas, estas son unas pequeñas líneas que jamás podrán reunir todos lo sentimientos que tengo hacia a ti. Y pensar que son 22 años... cuando cumplas los cuarenta, ¿qué? Solamente quiero pedirte una cosa, que nada ni nadie borre tu sonrisa. Feliz cumpleaños, Óscar.

Consider it.

Eh tu, sí, tú, ese que se hace llamar Destino. Si lees esto que sepas que no podrás conmigo, soportaré esto y mucho más. Seguiré buscando. Da igual todas las piedras que me pongas en el camino, me da igual lo grandes que sean, el color, la forma y el porqué estén ahí, a modo de obstáculo. Ninguna de ellas logrará que deje de intentar ser feliz, que deje de luchar por todo eso que vale la pena. Y mientras haya una posibilidad, media posibilidad entre mil millones de alcanzar todo aquello que busco, no dudes que iré a por ello. Considéralo un desafío.