sábado, 18 de junio de 2011

Un mar en mi cabeza.

¿Sabéis esas veces en las que os dan ganas de abandonar todo, de mandar todo a la mierda ? Yo ahora mismo estoy en una de esas fases, supongo que por eso se me ocurrió crearme esto y desahogarme. Sé que soy joven, que me queda toda una vida por delante para preocuparme de amores o al menos eso me suelen decir mis padres, pero yo no elegí enamorarme ni sentir tantas cosas de golpe, simplemente llegó. Él no es perfecto, no sé por qué me gusta tanto pero es algo que no puedo explicar...esa sensación de tranquilidad con solo estar a su lado simplemente, esa felicidad que me invade cuando me habla por tuenti aunque ya sepa que es lo quiere, ver su sonrisa cada recreo...Podría decir cien cosas que me encantan de él y tambien mil defectos. Pero a pesar de saber como es y a pesar de saber que me hace daño, sé que esto no lo había sentido por nadie y por mucho que me joda soy así, una adolescente que la va a cagar muchas veces por sus impulsos pero al fin y al cabo solo soy eso, una adolescente enamorada más.

Esos gestos.



Una pantalla, un teclado y un ratón. Lo suficiente para poder crear un escrito, lo suficiente para desahogarte sin mas.
Muchas veces necesitamos una sola cosa o persona para ser felices, necesitamos esa palabra exacta o ese gesto para saber que todo va bien.
Esa mirada que hace que algo en tu interior despierte, se llene de alegría y te transmita unas increibles ganas de comerte el mundo.
Esa sonrisa que consigue que no la olvides en toda la noche y sonrías junto a ella, haciendole compañía.
Ese beso que hace que toda la piel de tu cuerpo se ponga de gallina, que los pelos se pongan en punta y que sientas escalofríos, que en ese instante desees que ese nunca sea el último.
Esos pequeños gestos que muchas veces valen más que millones de euros, millones de regalos. Esos gestos que yo, no cambiaría por nada de este mundo.

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