Lo que me hace grande.

Si a mis diecisiete años me preguntaran qué es la felicidad, sabría responder y eso significa que en algún momento de mi corta vida la he encontrado.
La felicidad llega de muchas maneras y está compuesta de pequeños momentos que te permiten obviar si la vida tiene sentido o no…
Felicidad es querer y ser querido, que la gente que te rodea sea capaz de mirar más allá de sus intereses y velar por los tuyos, y que uno mismo sea capaz de querer la vida de alguien más que la propia. Felicidad es sentir que tus padres lo dieron todo por ti, lo siguen dando aunque a veces cueste y tener la seguridad de que en el futuro lo seguirán haciendo.
Conocer la palabra amistad gracias a gente que te hace reír pero también llorar, amigos de verdad que se cuentan con los dedos de una mano.
Sentir que tus virtudes te sirven para avanzar en la vida y que tus defectos cada vez son más pequeños, eso también es felicidad, al igual que tropezar y levantarte con la cabeza bien alta. Ser lo suficientemente valiente para no sólo afrontar los problemas, sino también para reconocer los errores que has cometido, para eso si hace falta tener valor realmente. Pienso que la vida se basa en acertar y en equivocarse cada vez menos, y aunque me arrepienta de algunos errores del pasado, sé que si no fuera por ello no sería la persona que hoy soy.
Por tanto lo que realmente me hace sentir grande es que soy capaz de definir la felicidad, y eso significa que mi vida está llena de gente que me ayuda a alcanzarla, eso es lo que me hace grande.