miércoles, 12 de septiembre de 2012

Te quiero muchísimo.

No puedo evitar quitarte la razón cuando los dos sabemos que la tienes, y aún así seguir llevándote la contraria, hasta hacerte rabiar, decirte lo guapo que estás cuando te enfadas y reírnos luego juntos. Hacerme de rogar para que me supliques un poquito que te cuente las cosas. Esperar ansiosa por hablarte, y me preguntes qué estoy haciendo. Saber que no duermes igual sino estoy yo a tu lado. Levantarme por la mañana, y pensar en ti como primera cosa del día. Sonreír al oír de tu voz un "me encantas..." y pensar por dentro como yo también siento exactamente lo mismo o, como digo yo siempre, incluso más. Escuchar día tras día payasadas de esas que sólo tú dices, de las que solo me río yo y a las que aún no me he acostumbrado, pero no puedo negarlo, me encantan. Echarte muchísimo de menos si no te veo o si no hablo contigo. Querer siempre un poco más de ti porque nunca tengo suficiente, todo el tiempo del mundo me parece poco para estar contigo. Preguntarte cosas que ya sé solo por que me las vuelvas a contar y volver a escuchar tu voz, que me vuelve loca. Molestarte cuando quieres volver a dormirte o estar tranquilo, y que luego me molestes tú a mí como venganza. Correr sonriendo a darte un beso si algún día nos encontrásemos. Me encantaría abrazarte y ponerme roja cuando me miras fijamente mientras me dices lo muchísimo que me quieres, es esa, es esa la sensación que sólo tú podrías conseguir. No puedo evitar necesitarte a cada segundo... Eres imposible de encontrar...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Entradas :)