Y sigo aquí, recordándote.

Tiene cojones. Lo único que me queda de ti es un eco contínuo en la cabeza de la canción que tarareábamos juntos en la cama . Acabé aprendiéndome todas las canciones que te gustaban. Porque a lo mejor eso es el amor, no? Compartir cosas el uno con el otro.
Si a ti te gusta algo, a mi me gusta que te guste, por lo tanto también me gusta. Vaya lío.
Y miento si te digo que no te recuerdo. Puedes comprobarlo, escribo para ti... No se por qué demonios lo hago , nunca llegará a tus manos.
Y todo esto tiene gracia, esto de que te hable a ti directamente, esto de recordarte cada puto día, esto de saberme el número exacto de las pecas que tienes. Siempre he odiado las pecas. Y odio como te quedan, y odio estar hablando de ellas.
Seguro que ella también las odia. Es guapa, no? Se lo dices? Díselo. Escúchala, haz todo eso que hacías conmigo, y no supe apreciar.
A mi ya nunca me hablas. Ya nunca me dices que te gusta mi boca.
Y no digo que lo eche de menos. Ahora estoy bien, pero no puedo evitar recordar lo que tuvimos un día y hoy ya no .
Crees que perdimos el tiempo? Todos estos años, me refiero, fueron en vano? Yo lo pasé bien. Y mal, para que negarlo. Demasiadas confianzas , creo yo…
Me da vergüenza , me veo gritándote por el teléfono como una loca, empujándote en frente de mi puerta para que te largaras, subiendo las escaleras desquiciada cuando mi padre y tu hacíais un complot contra mi ,y contra mis manías.
Pues si, puede que fuese una actitud de niñata quinceañera un poco tardía, pero en el fondo te gustaba. Lo sé.
Y me pregunto que hago contando esto aquí , si no le interesa a nadie. Pero supongo que necesito desahogarme , y publicarlo en algún sitio dónde muy remotamente puedas verlo, pero recalco ese PUEDAS.
Seguiré inventado historias y olvidando hechos reales.