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Y claro está, la espera a veces se hace muy larga. Y estoy segura de que muchísimas veces has querido retirarte, dejarle el camino libre a alguien que si que tenga fuerzas para esperar. Pero más segura estoy aun, de que al momento, te has arrepentido de tus palabras y has vuelto a las andadas. Yo, como todo el mundo, he esperado, me he retirado miles de veces, me he desesperado, he pensado en abandonar para siempre pero sobre todo.. he luchado, he esperado. Y es que por muy larga sea esa espera, la esperanza es lo último que se pierde, y lo que me hizo empezar a esperar, me ha hecho volver a andar por el camino. El mismo que me ha hecho perder la paciencia, el que me ha hecho llorar, el que me ha hecho ir tachando los días del calendario... ya que un día mas era un día menos para que mi ilusión se cumpliera. Nadie, ni yo, sabia cuando iba a ser. Yo sabía que jugaba con la bipolaridad, con los cambios de humor, y sabía que me iba a costar... pero aun así no me he rendido, y ya ha llegado el día, está aquí. No sé ni como ha llegado ya... después de más de doscientos días esperando, solo sé que está aquí. Que a pesar de todo, a pesar del daño que pueda hacerme yo sola, el que no arriesga no gana, y arriesgaré mi vida si hace falta, solo por esto. Por una vez voy a olvidarme del futuro... voy a jugar yo, voy a ser feliz, pase lo que pase. 
Acabo, diciendo... diciéndote a ti, que suerte. El destino no está escrito, y no podemos mirar por una bola de cristal como será todo esto después, pero te aseguro que para mi será mucho más grande aun. Aunque te vayas, seguiré escuchando tu voz, seguiré leyendo tus palabras, seguiré mirando tus fotos, seguiré queriéndote, seguirás aquí.